viernes, 13 de agosto de 2010

Tesoros

Tomo esta imagen prestada del blog Ovejas de El Nido, un blog sobre educación infantil que quedó abandonado en el ciberespacio en 2008. Se trata de una cesta de tesoros, un montón de objetos variados, sin conexión, pero de diferentes texturas para que los más pequeños hasta 12 meses puedan diferenciar cómo son los objetos y su tacto.

Y es que desde que somos niños nuestros hogares están llenos de tesoros. Cuando somos pequeños tenemos unos y, al llegar a la edad adulta, tenemos otros muy diferentes. Es casi seguro que tú cuentas con tesoros ocultos en tu casa.

Y digo ocultos porque habitualmente es así como están. Cuando hacemos limpiezas y organizaciones generales en casa, da pena deshacerse de los objetos y al final se acaban quedando. Como TODOS son importantes, NINGUNO acaba siendo realmente importante. Y por lo tanto, no distinguimos los verdaderos tesoros, esos objetos de valor sentimental o económico que guardamos con tanto cariño. Suelen quedar ocultos bajo una montaña de trastos que hemos decidido no tirar "por pena" o porque "ya le daré uso", aunque luego nunca sea así.

La próxima vez que ordenes una zona de tu casa, piensa en esto. Si deseas realmente conservar tus tesoros, dales el valor que merecen y no los mantengas escondidos tras los objetos que no te aportan nada.

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