Hoy vamos a contar una historia de superación. Casa Perfecta ha entrevistado a Adela Raffa, una mujer que en un momento de su vida se encontró en un punto de desorganización total y que fue capaz de superarse, ordenar su forma de vivir al completo y lograr sus sueños. Esperamos que te aporte buenos consejos.
Casa Perfecta: Adela, ¿cómo fue tu infancia?
Adela Raffa: Nací y crecí en Malmo, Suecia. Mis padres eran emigrantes de Croacia. Muy pronto me di cuenta de que aunque Suecia es un lugar precioso, no era el lugar adecuado para mí. Mi alma buscaba otro lugar para vivir. En el instituto estudié varios idiomas y pensé en viajar a Francia o España. Era mi sueño. Cuando acabé el instituto tuve la oportunidad de pasar el verano en EEUU con unos amigos de la familia. Al llegar al aeropuerto de Miami supe que ese era el lugar al que pertenecía. Tenía 19 años y estaba llena de energía.
C.P.: ¿Cuál era tu situación inicial de cambio?
A.R.: Hace diez años me divorcié de mi marido. Teníamos dos niños, Allie de 4 años (ahora tiene 14) y Anthony de 2 años (ahora 12). He sido madre y padre de mis hijos durante toda su vida. A la vez que me pasaba esto, tuve una gran oportunidad. Fui nombrada directora de ventas para Atlanta en una empresa de moda. Así que ahí me tienes,con 29 años, dos niños pequeños, recién divorciada, con nuevo trabajo de responsabilidad y haciendo mi segunda gran mudanza.
C.P.: ¿Cómo te organizaste?
A.R.: Tuve que iniciar una vida en modo de "supervivencia". Adopté un estilo de vida en la que gestioné estrictamente el tiempo implantando un sistema de rutinas. Los niños aprendieron pronto a ser autosuficientes, vestirse para ir al colegio y ayudar cuando era necesario. Lo convertí en un juego, que yo llamaba la Tripe A (Adela, Anthony y Allie). Tomábamos decisiones juntos, por mayoría, normalmente sobre lo que íbamos a cenar o qué película ver. Quería que mis hijos aprendieran a tomar decisiones, a trabajar en equipo, a ser independientes y buenos perdedores. También aprendieron a negociar, tratando de convencernos a los otros dos cuando querían hacer algo.
C.P.: ¿Cómo organizabas las cuentas domésticas?
A.R.: Cómo sólo entraba mi sueldo en casa, el presupuesto era estricto. Los juguetes para los dos niños (y para mí) estaba siempre al final de la lista de prioridades. Tuvimos que aprender a ser responsables, sobre el presupuesto y sobre cómo divertirnos. En América, la vida se compone de materialismo y eso era un reto, sobre todo para los niños. Pero aprendimos a priorizar y adaptarnos, y a ahorrar para comprar las cosas que queríamos. Esto les ayudó a saber qué querían y qué no.
C.P.: ¿Y en tu trabajo?
A.R.: Eso fue un descubrimiento. Me di cuenta de que mi estilo de gestión en casa era similar que en el trabajo. Era responsable de 6 tiendas y de varios empleados y me di cuenta de que a la gente le gusta ser parte de un equipo que tiene éxito. La gente quiere contribuir, sentirse escuchada, ser incluida en los procesos de toma de decisiones y agradecida. Igual que ocurría con mis hijos.
C.P.: Tus hijos aprenden mucho de ti...
A.R.: Creo que yo también de ellos, mucho más. He aprendido mucho sobre la vida. Y todavía me siguen recordando las pequeñas cosas. Me enseñan a que vea el conjunto y no sólo un pequeño agujero. Ser su madre es un orgullo y el mejor regalo.
Adela nos ha contado su historia. Una vida de organización tanto personal como profesional. Y está dispuesta a responder a cualquier pregunta que podáis hacerle. Enviadlas a casasperfectas@gmail.com y publicaremos sus respuestas.
The Joy of Taking Care of My Life
Hace 10 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario