Cuando decidimos poner en orden la casa o una habitación, nuestra tendencia es intentar abarcar mucho en poco tiempo.
Tal vez te sientas identificada con una situación como esta:
Quieres poner en orden la cocina y lo sacas todo de los armarios, lo limpias y empiezas a decidir dónde vas a colocar cada cosa y si es mejor buscar otra manera de guardarlo para optimizar el espacio.
Pero en ese momento encuentras una cosa que no debería estar en la cocina, puesto que su lugar es otra habitación de la casa. Así que lo coges y lo llevas al lugar que le corresponde. Pero una vez en esa habitación, vuelves a ver una cosa o dos que no están en su sitio, y ya que estás ordenando, pues decides ponerlas en su lugar. Y seguramente cuando llegas a ese nuevo dormitorio ves una mancha y decides limpiarla: no se va a quedar así....
Y así puedes pasar toda la mañana o la tarde, hasta que te das cuenta de que el día no te ha cundido y la cocina sigue sin estar arreglada. Y lo peor es que no sabes dónde has perdido el tiempo.
Con este ejemplo lo que queremos mostrarte es que lo mejor es que hagas las tareas una a una. Primero empieza y acaba una y después ponte con otra. Es la única manera de optimizar tiempo y espacio.
Con el ejemplo anterior, ¿cómo lo harías? Destina una caja o cesta para esos elementos que no están en su lugar. Una vez que veas lo que realmente tienes que guardar en la cocina, ubícalos donde consideres conveniente y, tras finalizar con la cocina, coge la cesta y guarda los elementos en el lugar de la casa que les corresponde.
pre-holiday decluttering, free coffee and connection
Hace 14 horas
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