miércoles, 11 de marzo de 2015

Los cambios, mejor despacio



¿Por qué no conseguimos que el orden se mantenga en nuestra casa más que unos días o unas semanas? ¿Por qué la alimentación saludable que intentamos lograr una y otra vez, acaba fuera de nuestra vida?¿Por qué nos cuesta limitar nuestras compras?¿Por qué aunque intentamos tener a raya y fuera de casa los trastos, siempre hay muchos dentro?

Hay tres respuestas, y se pueden dar a la vez o de modo independiente:
Cualquier cambio que queramos hacer en nuestra vida tiene, en primer lugar, que realizarse cuando estamos  emocionalmente estables (cuando no lo estamos, las rutinas desaparecen). Y en segundo lugar, y creo que más importante, tenemos que tener en cuenta que la acumulación y el desorden han tenido mucho tiempo para instalarse en nuestras casas, y no podemos pretender que salgan de un día para otro.

Por lo tanto, los cambios, mejor despacio. Te servirá, además, para ir consiguiendo pequeños logros que podrás celebrar y revisar cada cosa despacio y de modo controlado.

¿Cómo empezar? Esta pregunta me la hacía Marta unos días atrás por correo electrónico. Primero, siendo conscientes de que destrastear y eliminar la acumulación de nuestras vidas nos va a llevar tiempo. Así que tener paciencia y empeño es fundamental. No hay que sentirse culpable por tener un hogar desorganizado, puede haber muchas causas. Lo importante es comenzar, y eso siempre incluye "el primer día".



Después, seguir unas simples reglas:
Las reglas de la organización y el orden a diario:
Las reglas para destrastear:
  • Sacar cada día un objeto inútil de nuestra casa
  • Revisar, clasificar y eliminar el correo físico a diario
  • Dedicar todas las semanas un rato a destrastear o eliminar objetos inútiles
Para el último punto tenemos dos opciones: dedicar una mañana o un día a una habitación, sin distracciones o, si esto no encaja en nuestro ritmos de vida, dedicar una hora el día que podamos  a la semana (los resultados se verán, pero será más lento).

Resumiendo el proceso, ya mencionado en detalle en otros posts de Casa Perfecta, hay que contar con tres "cajas" o montones y el ambiente adecuado:

  • Caja de donación: para regalar a amigos, familiares, conocidos, a la parroquia o a una ONG.
  • Caja de ventas: para vender a conocidos o desconocidos, a través de cualquier plataforma (eBay, tiendas de segunda mano, etc.)
  • Caja para tirar: debería tener muy pocos objetos, básicamente lo que es inservible y no se puede donar o vender.

Revisaremos cada objeto de la habitación. Valoramos su estado, si lo usamos a menudo o no, si lo queremos. Si decidimos que debe salir de nuestra vida, lo ponemos en una de las tres cajas. Y durante esa semana tenemos que donarlo, venderlo o tirarlo.

Si en casa hay niños mayores de 5 o 6 años, hay que motivarles, y estas reglas se pueden llevar acabo dejando que nos ayuden como si fuera un juego (¿quién vacía antes el cajón?¿Quién encuentra antes tres objetos que no queramos en casa?¿Quién guarda antes la ropa recién doblada?). Las reglas del orden también pueden utilizarse como un juego si son pequeños, pero es mejor que no lo perciban como un castigo. El orden debe aportarles rutina y serenidad, no estrés ni connotaciones negativas.


4 comentarios:

María Gallay dijo...

Totalmente de acuerdo! Menos culpa y más decisión, sólo es empezar y adaptar cualquiera de los métodos a nuestra personalidad y nuestro desorden. Lo que vale para uno no siempre sirve para otros, pero si que puede inspirarnos.

Darey dijo...

Así es María! Hay que empezar, probar y adaptar :) Encantada de tenerte por aquí

Teresa dijo...

Yo creo que a veces el problema de acumular trastos y tonterías radica en el valor emocional que les damos y de ahí el problema de tirarlos o donarlos.
A veces nos ligamos a objetos por carencias afectivas o recuerdos que no queremos borrar sin ser conscientes de que la experiencia y el recuerdo ya lo tenemos en nosotros.
Muy bueno el artículo, me ha gustado mucho y por cierto... eché mucho de menos el blog!! me alegra que vuelvas a estar "operativa" un besazo enorme y mil gracias!!!

Darey dijo...

Gracias Teresa por seguir por aquí. Da gusto tener lectores que no se han olvidado del blog.
Efectivamente, muchas de las cosas que compramos tienen un origen afectivo y psicológico. Ser conscientes y disfrutar de las pequeñas cosas es lo más importante para tener una vida plena, sin necesidad de tanto objeto material :)