martes, 14 de septiembre de 2010

Motivar a los niños para que organicen

Siguiendo con el post anterior, referido a los niños y el orden, hoy os voy a ofrecer cinco tips para motivar a los niños en las tareas de organización de sus habitaciones.

Involúcrales desde el principio. Es bueno que sepan con anticipación que se va a organizar su dormitorio, que deberán pasar el día colaborando y que tomarán decisiones sobre sus objetos personales.

Permite que pueda ayudar alguno de sus amigos/as. O quien prefiera! no sólo será un apoyo psíquico y motivador, sino también físico, ya que ayudará en las tareas de selección. El adulto puede explicar qué debe hacerse y sentar las bases. Después, serán los niños quienes decidan cómo actuar con cada objeto. Basta con ponerles tres cajas muy sencillas y de ideas generales: una de trastos que no quieren, no usan o no van a utilizar más. Otra con objetos para tirar porque están rotos o estropeados. Y una última con objetos que quieren conservar, pero guardados en una caja, y no a la vista en el dormitorio.

Deja que otro adulto lidere el proceso de organización. Si consideras que tus hijos harán "más caso" a una tercera persona, avísale para que sea ella quien coordine las labores. A veces los niños escuchan y aceptan más los consejos que vienen de terceros, aunque los hayan oído mil veces de labios de sus padres.

Recuérdales a menudo los beneficios y ventajas del orden: durante la organización, es importante recordarle por qué estáis ordenando el dormitorio y por qué es tan importante. Por supuesto, hay que adaptar las explicaciones a sus edades. Y sobre todo, ser conscientes de nuestras palabras: si decimos que es lo que los adultos quieren, eso no les motivará. Sin embargo, les gustará más oír que encontrará antes sus juguetes, que podrá llevar a sus amigos a una habitación siempre limpia, que tardará menos en limpiar y recoger cuando se lo piden... Es más, cada vez que encuentre algún objeto que había extraviado, puedes reforzar la idea de los beneficios preguntándole dónde lo dejará para que siempre lo pueda volver a encontrar: un lugar para cada cosa, y cada cosa en su lugar.

Y si todo esto falla, siempre puedes "sobornarles" con premios o con "fichas" que se cambian por premios cada vez que mantienen el orden y la limpieza de su habitación.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Manual de organización para niños

Hace unos días, Emilio nos preguntó en un comentario si existe algún manual de organización para niños. Lamentablemente no. Todos deseamos que los niños vengan, aparte de con un pan bajo el brazo, con un manual de instrucciones. Sin embargo, esto no es así en la vida real, a pesar de poder encontrar algunos manuales que pueden orientarte por internet.

Por ello, en Casa Perfecta hemos decidido colaborar un poco en este sentido. Aunque no será un manual propiamente dicho, te plantearemos algunas pautas para hacer que tus hijos sean un poco más organizados.

En primer lugar, no olvides que son niños. Su capacidad de atención es limitada porque su mente es muy activa, pero a la vez su retención y capacidad para imitar son ilimitadas. Estos son los principales aspectos que debemos potenciar

Empieza por que tanto tú como el resto de adultos que viven en casa seáis organizados. Los niños aprenden de los adultos y si ven que los demás mantienen el orden, lo irán asumiendo casi sin darse cuenta

Si son niños muy pequeños, entre uno y dos años, empieza por inculcarles pequeñas tareas sencillas que ayuden al orden en casa: llevar cosas de un lado a otro (poner o quitar su parte de la mesa), llevar ropa a su habitación, meter los juguetes en una caja al final del día... A partir de los tres años se puedes ir incluyendo tareas más complejas.

Ayúdales a verlo como un juego: mientras son pequeños, la mejor manera de que aprendan es ver el orden como un juego. ¿Quién será más rápido guardando los juguetes o colocando los libros? Lo importante es que los adultos organicen con ellos sus objetos para enseñarles y, a la vez, hacerlo divertido

Incorpora una rutina. Este punto es fundamental. Igual que desde bebé estableciste unos horarios y unas actividades para cada día, el orden tiene que formar parte de ello. Recoger los juguetes antes de acostarse, preparar la ropa del día siguiente (pueden ayudar a elegir lo que quieren ponerse), poner y quitar la mesa, tirar la basura por las noches, sacar a pasear al perro...

Permite que tomen decisiones: deja que ellos mismos decidan qué ropa les gusta, qué juguetes no utilizan y quieren regalar a otros amigos. Al principio puede ser más complicado. Los adultos deben explicar por qué hacer las cosas y qué puede ser mejor, pero los niños deben aprender a ser responsables de sus acciones.

Establece unas tareas semanales generales para los niños más mayores, a partir de los cinco años. Nos referimos a ayudar en determinadas tareas domésticas que puedan hacer sin dificultad. Puedes preparar un calendario semanal en una pizarra y anotar qué hace cada persona de la familia. Si el niño tiene encomendado ir a por el pan o tirar la basura, tiene que quedar claro y por escrito. La clave de esta actividad no está en dejar en evidencia si se hacen o no las tareas, sino los beneficios que conllevan. Un ejemplo: si no compra el pan, nadie en casa comerá pan ese día, perjudicando al resto de la familia. Lo mismo con eliminar la basura: el resto tendrá que sufrir malos olores si no se realizan. Si no limpia una zona de la casa, ellos y los demás miembros de la casa tendrán que utilizar un lugar sucio. Tienen que comprender que todos sus actos tienen consecuencias.

Hay padres que optan por un sistema de recompensas. Es una forma de aportar valor, crear un reto para el niño y que se esfuerce por conseguir el objetivo. Este sistema fomenta que los niños comprendan que todo lo que se consigue tiene un esfuerzo previo y valoren realmente lo que tienen y lo que pueden conseguir. La recompensa puede tener forma de un regalo que desea o visitar un sitio donde tiene ganas de ir.

Y tú, ¿tienes alguna otra idea que puedas compartir con otros padres que leen Casa Perfecta?

domingo, 5 de septiembre de 2010

Psicología: menos es más

Hace unas semanas tratábamos el tema de vivir con poco, ya que vivir con menos puede ser más.

Hoy encuentro un recomendadísimo artículo en El País, en el que se recaba opiniones de psicólogos, y que habla precisamente de este tema.

¿Tienes unos minutos para leerlo? Te aclarará por qué sin tener síndrome de Diógenes tenemos tendencia a acumular cosas que no utilizamos, trastos rotos, ropa que no nos ponemos y cachivaches que jamás hemos usado.

También habla sobre los motivos por los que compramos. Y hace hincapié, tal y como hemos hecho anteriormente en Casa Perfecta, a la importancia de pensar bien qué compramos, por qué y para qué. Porque si un objeto entra en casa, hay que tenerlo claro: evitar que acumule polvo y formar parte del paisaje de nuestro hogar no debe ser su objetivo.