martes, 29 de julio de 2008

Cerramos por vacaciones.

Durante los próximos 15 días descansaremos y no publicaremos nuevas entradas. Felices vacaciones a tod@s.

Darey

sábado, 26 de julio de 2008

Ahorrar en casa I: agua


Ahorrar es de esas palabras de las que a uno le gustaría hablar, pero que por lo general nos resulta difícil o imposible. La vida actual nos impide ahorrar o al menos, nos impide hacerlo tanto como nos gustaría.

Aunque no os vayamos a descubrir nada nuevo, si estás interesad@ en tus finanzas, miras al detalle si tu consumo de gas o de agua se ha reducido este mes, o tienes en cuenta lo que compras en el supermercado para sacar algunos céntimos e invertirlos en otra cosa, seguro que te gustará leernos.

Te daremos algunos consejos. Hoy empezaremos por el ahorro de agua. Este año se celebra la Exposición Universal Zaragoza 2008, cuyo tema principal es el agua en todos sus aspectos. Un bien escaso, aunque en algunas zonas del mundo no lo parezca, que debemos cuidar y que, utilizado con medida, nos ayudará también a ahorrar unos céntimos en casa.
  • Cierra levemente la llave general de paso de agua. No lo notarás y estarás ahorrando.
  • Dúchate en lugar de bañarte. Ahorrarás el 50% del agua.
  • Llena la lavadora para realizar el lavado de ropa.
  • Instala perlizadores/economizadores de agua en tus grifos. Procura comprarlos de buena calidad, ya que ahorrarás realmente hasta el 50% de tu consumo. Recuerda que tienes para todo tipo de grifos en casa, incluida la ducha.
  • Utiliza un lavavajillas. Bien usado puede ahorrar hasta un 60% del agua frente a lavar a mano. Para ello, escoge el tamaño de lavavajillas adecuado para tu hogar, utilízalo cuando esté lleno, usa programas de lavado económico, no aclares los platos antes de meterlos en él y evita fregar en su interior cacerolas y sartenes de gran tamaño.
  • Ahorra con el cubo: nos encantó esta iniciativa cuando la conocimos hace unos meses. Puedes conocerla pulsando aquí. Se trata de aprovechar el agua que dejamos correr en la ducha cuando encendemos el grifo y esperamos a que se caliente el agua.

Puedes ver más consejos en esta web.

miércoles, 23 de julio de 2008

Organizar el botiquin

Un botiquín puede ser una caja, armario o maleta usado para guardar medicamentos y material sanitario para curar heridas leves y molestias. Sea cual sea tu botiquín, identifícalo correctamente para evitar confusiones.

¿Dónde lo pongo?

Tiene que estar en un lugar aislado o donde no haya humedad o excesivo calor, además de protegido de la luz. Y por supuesto, alejado de los niños.
Tiene que estar siempre cerrado pero debe ser fácil de abrir.

¿Qué debe tener?
  • Medicamentos: analgésicos, antitérmicos, antidiarréicos, antitusivos, antialérgicos, antisépticos para la garganta, colirio, linimento, una solución antiséptica.
  • Material sanitario: alcohol, agua oxigenada, vendas, compresas de gasa, esparadrapo, tiritas, termómetros, pinzas y tijeras.
  • Teléfonos de urgencia: ambulancias, urgencias del hospital más cercano, información toxicológica, bomberos, etc.
¿Qué no debe tener?
  • Medicamentos caducados o no identificados, pinzas y tijeras oxidadas o termómetro estropeado.
Y recuerda...
  • Revisa las caducidades cada poco tiempo
  • Mantén el material limpio y a punto para ser usado

sábado, 19 de julio de 2008

Ventanas limpias


Para que tus ventanas luzcan bien limpias y no queden marcas, evita limpiarlas en días soleados. El sol secará cualquier producto que estés utilizando mucho más rápido de lo que tú serás capaz de limpiar, por lo que la marca está asegurada.

Por lo tanto, elige días nublados en los que no vaya a llover, hazlo a primera hora de la mañana o cuando el sol no dé directamente en esa ventana. De este modo te evitarás disgustos y trabajar doblemente.

Limpieza más rápida


Deja una bayeta o paño siempre en cada lugar de la casa. De este modo, el repaso diario de sanitarios, polvo, etc. será mucho más rápido, ya que no tendrás que pasearte por la casa buscando el paño ideal para esa tarea y cambiarlo cada vez que vayas a una habitación diferente.

También son muy útiles las toallitas especiales para baños, cocinas, madera, cuero, etc. Se trata de toallitas húmedas que ya contienen el producto específico para limpiar esas superficies, con lo que ahorras tiempo, siempre están listas para usar y son de un solo uso.

Nosotros preferimos recomendarte bayetas que puedas lavar y volver a utilizar, puesto que es más ecológico y ahorrarás dinero, pero estas toallitas pueden también ahorrarte tiempo en muchas ocasiones.

De uno en uno

Cuando decidimos poner en orden la casa o una habitación, nuestra tendencia es intentar abarcar mucho en poco tiempo.

Tal vez te sientas identificada con una situación como esta:

Quieres poner en orden la cocina y lo sacas todo de los armarios, lo limpias y empiezas a decidir dónde vas a colocar cada cosa y si es mejor buscar otra manera de guardarlo para optimizar el espacio.
Pero en ese momento encuentras una cosa que no debería estar en la cocina, puesto que su lugar es otra habitación de la casa. Así que lo coges y lo llevas al lugar que le corresponde. Pero una vez en esa habitación, vuelves a ver una cosa o dos que no están en su sitio, y ya que estás ordenando, pues decides ponerlas en su lugar. Y seguramente cuando llegas a ese nuevo dormitorio ves una mancha y decides limpiarla: no se va a quedar así....

Y así puedes pasar toda la mañana o la tarde, hasta que te das cuenta de que el día no te ha cundido y la cocina sigue sin estar arreglada. Y lo peor es que no sabes dónde has perdido el tiempo.

Con este ejemplo lo que queremos mostrarte es que lo mejor es que hagas las tareas una a una. Primero empieza y acaba una y después ponte con otra. Es la única manera de optimizar tiempo y espacio.

Con el ejemplo anterior, ¿cómo lo harías? Destina una caja o cesta para esos elementos que no están en su lugar. Una vez que veas lo que realmente tienes que guardar en la cocina, ubícalos donde consideres conveniente y, tras finalizar con la cocina, coge la cesta y guarda los elementos en el lugar de la casa que les corresponde.

domingo, 13 de julio de 2008

Planchar III: planchando la ropa

Hoy os vamos a dar algunos consejos para planchar cada tipo de ropa. No estarán todas las prendas existentes, pero te servirá de base para saber cómo hacerlo.

Camisas de hombre y blusas de mujer
Extiende la prenda muy bien y plancha el cuello, primero por el revés y luego por el derecho, dándole forma redondeada. Después plancha el canesú (la parte alta trasera), puños (por ambas caras) y las mangas largas o cortas.
A continuación, plancha la trasera de la camisa y finaliza con los faldones laterales. Si puedes cuélgala mejor que doblarla y ponerla en un cajón.

Pantalón
En primer lugar, plancha los bolsillos por dentro y después plancha la cinturilla. Une las cuatro cosuras de los bajos y extiende el pantalón sobre la tabla. Levanta una pernera, plancha la inferior y después la superior. Dale la vuelta al pantalón y repite la operación. Si el pantalón tiene raya, procura alinear bien las perneras.

Faldas
La falda recta se extiende sobre la tabla. Primero se plancha por un lado, eliminando las arrugas y se repite la operación por el lado contrario.
La falda plisada se extiende sobre la tabla. Se acomodan las tablas y se plancha con cuidado hasta eliminar las arrugas. Repite la operación por el lado contrario.

Sábanas, manteles y servilletas
Extiéndelo sobre la tabla y plancha tanto por el frente como por el revés.

miércoles, 9 de julio de 2008

Planchar II: técnicas de planchado


Lo primero que debes saber es la regla imprescindible del planchado: todos los tejidos se planchan en el sentido de la trama de la prenda.

A partir de aquí, te damos algunos consejos para que no estropees tus ropas al plancharlas:
  • Ropa de algodón y de hilo: humedece la prenda y trabaja sobre la ropa cuando la plancha esté caliente. Para evitar marcas y brillos en la ropa oscura de algodón, plánchala del revés.
  • Almidonado: el almidonado debe ponerse sobre cuellos y puños de camisa de hombre, cortinas de muselina de algodón, lencería de mesa, tapetes, blusas y algunas ropitas de bebé. En el mercado encontrarás diferentes productos ya listos para usar que dejan un almidonado permanente o semi permanente que aguanta varios lavados. Además, no sólo sirven para algodón e hilo, sino que se pueden utilizar sobre más tipos de tejidos. No olvides seguir las recomendaciones y dosis indicadas por el fabricante.
  • Bordados y encajes: plánchalos del revés con un paño por encima para no estropearlos.
  • Terciopelo: los actuales puedes plancharlos sin problemas si no apoyas mucho la plancha. Si no estás segur@, plánchalo del revés sin apoyar del todo la plancha.
  • Lana: puedes plancharla poniéndole un paño húmedo por encima y con la plancha tibia.
  • Tejidos artificiales: plánchalos completamente secos con la plancha templada.
  • Tejidos sintéticos: normalmente no necesitan ser planchados, pero si quieres hacerlo, primero asegúrate en un trozo poco visible que no dañarás la prenda y, si todo va bien, plánchala con la plancha tibia.

Guardar la ropa


¿Cuántas veces has sacado una camiseta del cajón y te la has encontrado tan arrugada que merecía un nuevo planchado?

¿Te cuesta mantener el estante ordenado cada vez que quieres una camiseta?¿Por qué justo la que necesitas está siempre abajo?

Para evitar estas y otras situaciones parecidas, nada mejor que seguir este sencillo pero útil consejo. Siempre que puedas, cuelga la ropa en perchas en lugar de doblarla. Esto te sirve para pantalones, camisetas, camisas y sudaderas.

Si estás pensando en montar un armario nuevo, tenlo en cuenta para incluir más barras y menos cajones. Además, conseguirás, de un vistazo, saber qué ropa tienes, cuánta y tenerla siempre perfecta.

martes, 8 de julio de 2008

Planchar I: elementos básicos

Para muchas personas, planchar supone una tarea tediosa, cansada y aburrida. En muchas ocasiones esta situación tiene varias causas:
  • No sabemos planchar y/o nos resulta difícil
  • Procrastinación: hemos sido perezos@s y hemos dejado la plancha para otro día, acumulando una buena montaña de prendas
  • ¿Para qué planchar? Mucha de mi ropa, bien tendida, no tiene apenas arrugas...
Planchar es una de las tareas domésticas más subcontratadas. ¿Quién no conoce a alguien que tiene contratada a una persona por horas, la mayor parte de las veces para planchar la ropa? Pero ni a todos les desagrada planchar ni todo el mundo tiene dinero para pagar para que se realice esta labor doméstica. Por eso hoy iniciamos una serie de post en las que pretendemos, modestamente, darte algunos consejos para que planchar no sea tan aburrido.

En primer lugar, te indicamos cuáles son los elementos básicos que vas a necesitar:
  • Una plancha de vapor o un centro de planchado. Elígelo a tu gusto. Para los que tienen mucha plancha porque hay muchos miembros en la familia, seguramente les compense más utilizar un centro de planchado. Si no, una plancha de vapor servirá perfectamente. Procura asegurar que tenga regulador de temperatura para poder elegir la que corresponde a cada tejido. Si tiene termostato te indicará, además, cuándo alcanza la temperatura adecuada. Cuando compres la plancha, fíjate bien en el peso. Cuanto más ligera, mejor, y si es de vapor recuerda que pesará más cuando llenes el depósito. Procura que tenga un mango completo para sostenerla bien y evitar caidas. Hay planchas sin cable y otras que llevan alargador. Busca la que tenga base antiadherente, y te evitarás tener que estar limpiando las pelusas constantemente.
  • Una buena tabla para planchar. Las tablas te ayudan a acomodar la ropa sobre ella y facilitarte así su planchado. Lo ideal es que sea metálica y esté cubierta con una funda especial. Suelen llevar un soporte metálico en un lateral que te permite dejar la plancha en reposo mientras reacomodas la prenda. Algunas llevan un soporte o enchufe para el cable de la plancha. Busca una tabla plegable, que pueda regularse en altura, que sea ligera para transportarla mejor y que sea muy estable para que no se te mueva mientras planchas. Si no quieres contar con una tabla de planchar, puedes hacerlo "a la antigua usanza", sobre una mesa de madera. En ese caso, coge una manta muy fina para planchar sobre ella.
  • Perchas: para ir colgando la ropa tras su planchado, sobre todo lo que irá colgado en barras en el armario o vestidor (no pongas unas camisas sobre otras mientras estén calientes, dejaría marcas y arrugas)
  • Soporte (una silla serviría perfectamente) para ir dejando la ropa recién planchada que después guardaremos
  • Vaso con agua para llenar el depósito, que normalmente viene con la plancha. Procura no exceder el límite marcado por la plancha para el llenado del depósito.
  • Uno o varios paños para planchar (de algodón fino o muselina).
  • Un taburete graduable, para planchar sentados.

Toallas en perfecto orden

Si eres de las personas a las que les gusta colocar a la vista las toallas, sobre un estante o cualquier otra superficie, este consejo es para ti.

Tener las toallas (o cualquier otra prenda de vestir o de casa) a la vista, supone un esfuerzo adicional. Para que luzcan bien y no parezca que están puestas de cualquier manera, siempre tienen que estar alineadas y dobladas de modo pulcro.

No obstante, te damos un par de trucos para que su aspecto tenga mejor imagen:
  • No tengas demasiadas toallas. Dos juegos de toallas por persona es suficiente (una puesta y una en proceso de lavado).
  • Procura tener toallas de color complementario o todas del mismo color. La imagen que causa abrir el armario o vestidor y ver un escaparate de toallas iguales y bien puestas es magnífica.
  • Otra buena opción es no complicarte y tener toallas blancas. Pegan con todo y quitar manchas es más sencillo, pues basta perborato o lejía para devolverles el tono deseado.
  • Dóblalas todas del mismo modo. De esta manera, el efecto de colocar toallas igual dobladas sobre los estantes dará muy buena impresión. Piensa que si las doblas cada una de un modo, al colocarlas se verá raro y desorganizado.

lunes, 7 de julio de 2008

Guardar las sábanas y nórdicos

Con este post inauguramos una nueva serie de publicaciones que, esperamos, te gustarán. Se trata de ofrecerte ideas y trucos para mantener tu casa perfecta.

Podemos hablarte de cómo guardar las cosas de modo distinto o cómo hacer las mismas labores de otra manera más sencilla. Pequeños "secretos" que puedes poner en práctica o no, pero que te enseñarán modos de ver las cosas que antes no habrías tenido en cuenta.

Hoy te contamos otra manera de guardar sábanas y nórdicos. Por lo general, tod@s guardamos estas ropas de cama dobladas y luego las ponemos en un cajón, un estante, bajo la cama o en un cesto de mimbre.

Una nueva forma de hacerlo es:
  • Dobla las sábanas como lo haces habitualmente
  • Primero dobla la sábana principal, la superior
  • En segundo lugar, dobla la sábana bajera
  • Finalmente, dobla una de las fundas de almohada
  • Ahora cógelo todo y mételo en la funda de almohada sobrante
Esta idea te ayudará a mantener en su sitio las fundas en los estantes y que no se caigan. También mejorará la imagen visual del armario si están a la vista. Te resultará más fácil coger el nuevo equipo de sábanas para cambiar la cama. Pruébalo, y nos cuentas...

domingo, 6 de julio de 2008

De viaje: qué llevas en la maleta

Hacer un listado de lo que llevas en la maleta para tu viaje, ya sea por trabajo o por vacaciones, es muy importante. Te ayuda a saber lo que llevas y a no olvidar nada.

Hacer una lista desde cero puede ser tedioso para algunos. Mucha gente prepara un listado que, año tras año, va modificando para incorporar lo que necesita nuevo este año.

Hemos buceado en internet y hemos encontrado este listado digital que te puede ayudar a repasar todos los elementos que necesitas. Sólo precisas introducir si la maleta es para hombre o mujer, el tipo de viaje y la temperatura del lugar de destino. Además, podrás incorporar todo lo que no aparezca en el listado y quieras llevar contigo.

Después podrás imprimir el listado. Y por supuesto, no olvides que, una vez que lo hayas colocado todo en la maleta, tienes que meter también en la parte superior este listado. ¿Por qué? Porque a tu regreso tendrás que volver a hacer tu maleta. Y no hay nada más triste que recordar aquella camiseta que te olvidaste en el hotel porque no tenías un listado en el que comprobar que no la habías metido de nuevo en su lugar de la maleta...

Vacaciones: hacer la maleta


Tanto si ya estás de vacaciones como si estás planificando esos días de descanso, todos tenemos en mente el temido día previo de la ida y el regreso: hacer la maleta.

Todos los años nos hacemos el firme propósito de llevar menos cosas, de ajustarla mejor, de pensar nuevas maneras de encajar todo lo que necesitamos... pero acabamos llegando a nuestro destino con la ropa llena de arrugas y horrible.

Hoy te mostramos varias maneras de hacer la maleta. Así ya no podrás quejarte un año más sobre la pereza que te da preparar tu equipaje.
  • En primer lugar, haz un listado de lo que te tienes que llevar en una hoja de papel. Procura no olvidar nada, desde un bañador a unas botas, pasando por un chubasquero o un traje especial.
  • Ten en cuenta la meteorología del lugar donde vas a ir.
  • Si no es necesario y vas a zona de playa, olvida los trajes de etiqueta y los vestidos demasiado elegantes. Procura llevar ropa cómoda.
  • Coloca la ropa sobre un lugar donde puedas verla bien, como una cama. Empieza por hacer combinaciones de colores y telas, eliminando ropa y dejando sólo lo imprescindible.
  • Procura llevar básicos, que combinen bien, tanto en color como en tipo de prenda.
  • Recuerda que la ropa de algodón se arruga menos que el resto de materiales.
  • Lleva lo menos posible: confía en las lavanderías de la zona donde vayas o del hotel, y si tienes posibilidad de lavar en lavadora tú mism@, mejor.
A partir de aquí suele llegar el problema. Todos sabemos que hay que organizar bien el contenido en la maleta para que llegue lo menos arrugado posible, que no se mueva en su interior y, sobre todo, que podamos meterlo todo.

Hay varias formas de colocar las prendas en la maleta. La más extendida consiste en:
  • Dobla toda la ropa
  • En la parte inferior coloca lo más resistente y pesado, como la ropa de abrigo o los vaqueros.
  • En las zonas superiores coloca lo más delicado. En caso de tener ropa con la que hay que tener cuidado, envuélvela en papel de seda.
  • Coloca en los huecos de la maleta los zapatos (dentro de bolsas de plástico), ropa interior, calcetines y bolsa de aseo.
  • Ajusta, si la tuviera, la cinta de la maleta
Ilustrando este modo de hacer la maleta puedes ver esta infografía.

Otra opción es colocar la ropa doblada en dos montones dentro de la maleta. Luego rellenar el centro y los huecos restantes con lo mismo que hemos indicado.

Recomendamos meter ropa interior en los zapatos y que éstos no vayan de dos en dos, sino sueltos, ya que se acomodarán mejor a los huecos de la maleta.

También te sugerimos que coloques la ropa en orden inverso al que la vayas a utilizar. Es decir, lo que vayas a ponerte el primer día, nada más llegar a tu destino, que esté en la parte de arriba de la maleta, nada más abrirla. Lo que te pongas el segundo día estará inmediatamente debajo. Te ahorrarás mucho tiempo buscando lo que necesitas.

Si pasas más de dos días en un mismo destino, saca y cuelga toda la ropa nada más llegar a tu lugar de vacaciones. Evitarás numerosas arrugas y te será más sencillo encontrar lo que buscas.

Otra opción de hacer la maleta es la de doblar toda la ropa muy bien y al mínimo espacio, por ejemplo, enrollándola. Después sólo habrá que colocarla en la maleta como si fueran puros. Afirman que enrollar la ropa ayuda a que no se generen muchas arrugas. Para leer acerca de estos modos de hacer la maleta, pulsa aquí.

Y finalmente, nuestro descubrimiento de este año ha sido esta manera de doblar la ropa, como si fuera un fardo de algodón. Desde luego, nosotros lo probaremos este año, porque tiene pinta de funcionar muy bien.

Si sabes inglés, te dejamos la fuente original, que te explica cómo colocar la ropa con un diagrama muy claro.

Si prefieres una versión en castellano, te dejamos esta otra página, donde explican el método aunque el diagrama utilizado no es tan claro.

También vamos a dejarte un enlace con detalles que no debes olvidar cuando haces la maleta. Pulsa aquí para ver la página.

Disfruta de tus vacaciones.

Olores VI: buen olor en armarios y cajones


Si piensas que tu armario o los cajones huelen mal o no como te gustaría, es porque necesita una limpieza. Esta es la primera premisa para que tengan un buen olor, o al menos "un olor neutro" o simplemente a madera..

Si lo que te ocurre es que quieres que tu armario o cajón tenga un tipo de olor, y no sencillamente que no huela, te damos algunos consejos.
  1. Limpia y seca bien la zona, con agua tibia jabonosa o una vaporeta.
  2. Si es un cajón, coloca en su interior un jabón que tenga un olor fresco, como lavanda, cítricos, pino, etc.
  3. Si es un armario, puedes optar por las bolsitas de olor, que puedes colgar en la barra de las perchas o situarlas sobre los estantes.
  4. Tienes la opción de comprar las bolsitas ya hechas, en supermercados o droguerías. También puedes hacerlas tú, introduciendo en pequeñas bolsitas de tela cáscaras de cítricos, ramitas de lavanda o de romero.
  5. Otra opción es llenar las bolsitas con flores secas. Cuando el olor desaparezca, bastará con poner unas gotas de aceite ensencial sobre las flores y agitar.
Es habitual que te acostumbres al olor, por lo que te recomendamos que lo cambies cuando esto suceda.

sábado, 5 de julio de 2008

Seguridad en el hogar: fuego


Calor, comustible y oxígeno.

Estos son los tres elementos básicos para que se produzca un fuego. Si falta uno de ellos, no habrá llama.

La seguridad en el hogar es muy importante, y saber cómo prevenir un incendio o cómo lidiar con él cuando ya está activo, nos puede ser de gran utilidad.

Por lo general, no somos conscientes de lo rápido que se puede propagar un incendio en nuestro hogar. Hace un par de años pude ver un video grabado por los bomberos españoles con el fin de utilizarlo para la formación y prevención. En un escenario constuido para esta actividad, un salón, colocaron un cigarrillo sobre un cojín del sofá. Grabaron toda la escena.

El salón empezó a arder a los pocos segundos. A los tres minutos ya no quedaba ni rastro del salón. Era un simulacro, pero los bomberos nos aseguraron que es real, por eso es tan importante que sepas cómo actuar ante un incendio.


No tenemos ese video, pero hemos encontrado este otro, que simula la misma situación.

También
hemos encontrado otro que trata de explicar la misma situación, a través del fuego iniciado en un árbol de navidad de una casa.

Os dejo un enlace a los consejos que ofrece una importante aseguradora de nuestro país. La verdad es que yo no podría haberlo explicado mejor. Por favor, léelo atentamente y asegúrate de cumplir los consejos que te dan. Sobre todo, no te arriesgues. Tú puedes apagar un fuego cuando todavía es conato de incendio, es decir, tiene una llama mínima que se puede apagar con poco esfuerzo. De otro modo, cierra puertas y ventanas para evitar que entre oxígeno, sal de la vivienda y llama a los bomberos.

Algunas explicaciones

A pesar de ello, en numerosas ocasiones tenemos dudas acerca de las cosas que nos dicen. Nos lo cuentan, pero no nos lo explican. Aquí van algunas explicaciones básicas:

Si tu ropa prende fuego, no corras. Tírate al suelo y rueda. Y aunque parezca muy básico decirlo porque todo el mundo conoce el motivo, al final en el momento en el que sucede no lo recordamos y ocurren tragedias. El fuego sube, tiende a subir. Por ello, si corres, avivarás la llama y le ayudarás a extenderse por el cuerpo. Si ruedas por el suelo eliminarás el oxígeno y lo apagarás, además de que le estás dejando menor superficie para extenderse por ella.

Si se prende el aceite de una sartén por un descuido, NO eches agua. El agua no apaga los incendios producidos en soportes eléctricos ni sobre líquidos. El agua pesa menos que el aceite, por lo que se quedará debajo y no apagará el fuego. Así que recuerda la ecuación que te hemos dado al inicio de este post y elimina una de las variables: oxígeno, combustible, calor. Basta con apagar el fuego, retirar la sartén o echar más aceite frío. Aunque lo más sencillo es coger una tapadera y ponerla encima de la sartén, eliminando el oxígeno.

Si notas olor a gas cuando abres la puerta de tu domicilio, no entres. Vuelve a cerrar muy lentamente y llama a los bomberos. Piensa que cualquier pequeña chispa que genere tu cuerpo (roce de zapatos, contacto de dos metales, etc.) podría hacer estallar la vivienda o generar un intenso fuego. Si el olor lo percibes estando en casa, sigue estos consejos.

Extintores

Tener un pequeño extintor en casa te puede proporcionar mucha seguridad. Un extintor es el elemento básico para actuar al iniciarse un conato de incencio. Son sencillos de utilizar: basta con quitar la anilla que lo precinta, dirigir la manguera hacia la base de las llamas y lanzar el contenido del extintor.

Además, con una revisión cada pocos meses estará siempre preparado para cualquier situación.

Existen cuatro tipos de extintores:


Habitualmente en lugares públicos y para tu hogar, la recomendación es coger uno del tipo ABC, es decir, que puede emplearse sobre cualquier tipo de incendio que se produzca. De hecho, son los más extendidos.

Hemos encontrado, buceando por internet, un documento de formación básico para el uso de extintores. Te dejamos un enlace para que lo veas.

jueves, 3 de julio de 2008

Los detalles que olvidamos II

El mes pasado publicábamos un post en el que te contábamos que en nuestra casa siempre hay objetos que olvidamos limpiar. Estamos tan centrados en "lo que se ve" que dejamos de lado "lo que no se ve", aunque esté a la vista.

Hoy también queremos repasar cuáles son algunos de estos objetos, con el fin de que, al menos una vez al mes o en cada uso, los limpies y dejes relucientes.
  • Filtros: el de la cafetera, el del lavavajillas e incluso el de la lavadora. Su limpieza ayuda a mantener en buen estado tus electrodomésticos y evitan roturas innecesarias. Limpialos una vez al mes o después de utilizarlos.
  • Gomas: la de la lavadora y la de la nevera a veces parecen fantasmas. No recordamos que existen hasta que nos dan un problema. Su mantenimiento permite que ambos aparatos cierren mejor sus puertas y optimicen su funcionamiento. En el caso del frigorífico, ayuda a mantener el frío interior y ahorra energía.
  • Interruptores: no pensamos en ellos hasta que los vemos tan sucios que no podemos evitar coger un paño y limpiarlos. Si lo haces una vez al mes, con un paño humedecido en agua con jabón neutro, estarán siempre perfectos.
  • Teléfono y telefonillo: nos referimos tanto al teléfono fijo de casa como al que llaman desde el portal. ¿Sabes cuántos millones de bacterias pueden acumular? Los utilizamos regularmente para hablar con la gente, expulsando y dejando sobre ellos bacterias y otros microorganismos que después pueden provocar que una enfermedad se acelere. Pasarles un paño húmero con agua y jabón neutro una vez al mes solucionará este problema.

miércoles, 2 de julio de 2008

Mudanza


Por fin ha llegado el momento. Has decidido trasladarte a tu nuevo hogar, disfrutar de un nuevo ambiente. En tu cabeza se aglutinan ideas de decoración y funcionalidad. Pero lo que es común en el cambio de vivienda es que habitualmente las mudanzas son todo un desorden.

Metemos cosas en cajas de forma teóricamente ordenada. El problema es que al llegar al nuevo domicilio no encontramos lo que buscamos o tardamos muchísimo tiempo en recolocar cada cosa en su lugar. Hoy vamos a explicarte cómo hacer más eficaz tus mudanzas.

En primer lugar, acércate a una tienda de suministros y compra cajas de embalaje. Hay tiendas específicas que venden cajas para mudanzas. Asegúrate de tener cajas de todos los tamaños e incluso especiales (como por ejemplo armarios para la ropa, para zapatos o para vajilla), además de otro material, como cinta adhesiva y papel de burbujas y de periódico.

Una vez en casa, llena las cajas por habitaciones. Y aprovecha para deshacerte de todo aquello que esté roto, no se utilice o no lo vayas a necesitar más. Así te llevarás sólo lo imprescindible. Protege las cosas delicadas o que puedan romperse con papel de burbujas. No sobrecargues ninguna caja. Piensa que después tendrás que cogerlas y tiene que ser sencillo. Es mejor tener más cajas que pesen poco a tener pocas y que no puedas levantarlas ni un palmo.

Una vez llena la caja, asegúrate de rellenar los huecos para que no se mueva nada (papel de periódico o burbuja servirá), cierra la caja con cinta especial adhesiva y anota un número visible en su exterior y el nombre de la habitación. Ahora asegúrate de tener a mano un papel o cuaderno. Anota en él la habitación a la que pertenece la caja y apunta el número de caja y su contenido. Cuando acabes con la habitación, pasa a otra, y deja anotada cuantas cajas hay en cada dormitorio.

En definitiva, una lista quedaría más o menos así:

Cocina. 14 cajas
  • Caja 1: platos hondos
  • Caja 2: platos llanos
  • Caja 3: cubiertos
  • Caja 4: tuppers y paños de cocina
  • ...
Recuerda que para los libros y objetos que tengan un peso considerable, debes utilizar cajas pequeñas y evitar llenarlas. Como hemos comentado, tienes que poder cargar con el paquete de manera cómoda.

Cuando llegas a tu nueva casa

Al llegar a casa coloca en la habitación correspondiente cada caja. De este modo evitarás extraviar objetos y que no encuentres lo que buscas. Además, ordenarlo de nuevo será más rápido. En cada habitación tendrás sólo lo que debe estar en ella.

La lista que habías escrito en papel te ayudará a ver si falta alguna caja y a saber exactamente lo que hay en cada una, dando prioridad, si es necesario, a la colocación de determinados objetos de uso inmediato.

Si quieres conocer más acerca de cómo realizar tu mudanza, puedes visitar:

Demadres: básico pero verás cuáles son las claves
Repsol YPF: muy completo, en formato infografía, con muchos consejos incluso si contratas la mudanza.