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Ha llegado a mis manos el último folleto de ofertas de Ikea. Un especial de elementos de ordenación para toda la casa, desde los armarios del vestidor hasta los de la cocina, pasando por el baño o el dormitorio.
Pese a la crisis y a que hay que reactivar la economía, ni os voy a aconsejar salir corriendo a comprar ni tampoco que os quedéis en casa sufriendo por no hacerlo. Sólo os recordaré la importancia de comprar de manera racional.
Los productos de organización del hogar se venden como la solución ideal para resolver cualquier problema de espacio y orden. Pero nada más lejos de la verdad. Seguramente hayas comprado durante toda tu vida montones de accesorios para organizar y al final, en el fondo, no sirvieron para mucho tiempo.
Y es que el principal problema es que vamos a comprar sin llevar con nosotros las medidas del espacio que necesitamos llenar ni las cantidades o lo que ocupa aquello que vamos a organizar. Por eso, al llegar a casa cargados de grandes ideas, la mitad de ellas se desinflan al chocar con la realidad y ver que no caben en el cajón previsto o queda muy holgado, o no queda bien con el color de la habitación.
Por lo tanto, antes de salir a comprar, planifica. Piensa qué vas a guardar y cómo, el espacio que tienes disponible -midiendo con una regla o metro y anotándolo cuidadosamente- y los colores y formas más adecuados para la estancia. Solo así asegurarás que todo lo que compras se ajusta a tu gusto, presupuesto y espacio, y no adquieres objetos innecesarios.
Durante una conferencia ofrecida hoy por uno de los directores generales de la compañía en la que trabajo, se ha hablado acerca de la gestión documental de las empresas. En concreto, el director ha comentado que muchas de ellas cambian de edificios a otros más grandes porque consideran que en el que están, se ha quedado pequeño y no "caben". El problema fundamental es precisamente la gestión documental, no saben organizar ni gestionar la documentación que manejan.
Mientras esto ocurría yo pensaba cuánta relación tiene esto también en nuestra vida personal (últimamente se habla mucho de empresas, familias y conciliación, os apuntáis al debate?). ¿Quién no conoce a alguien que se ha cambiado de casa porque dice que la otra era pequeña?¿O que no le caben las cosas?
Saber gestionar el "papeleo" es muy importante. Hay que saber qué papeles guardar y cuáles reciclar, pero también es vital utilizar la tecnología que hay a nuestro alcance en estos tiempos para hacer de nuestra vida un poco menos caótica.
¿Qué tal una impresora y un escáner (o un multifunción)? Escanea todos los documentos que necesites guardar pero no necesariamente en formato físico. Ahorrarás mucho espacio. También puedes escanear libros de referencia para tus trabajos universitarios, tu profesión o tu entretenimiento. También puedes apuntarte a leer libros digitales, a reutilizar los sobres de la correspondencia y hacer manualidades con el papel de las revistas. Y por supuesto, utilizar internet para comunicarse y hacer trámites con la administración pública.
En definitiva, cualquier acción que nos permita eliminar el papel que inunda nuestras casas es positiva, sobre todo si almacenamos correctamente en el ordenador aquellos documentos importantes que vamos a necesitar recuperar en algún momento.
A veces, el éxito en la organización es un simple cambio de hábitos. Por ejemplo, si tienes un problema con el papel, tal vez la solución más sencilla es crear un sistema de organización y tener el hábito de guardarlos en este sistema.
Sin embargo, a veces el sistema de organización falla porque encontramos mucha resistencia personal a cambiar. Es en este tipo de casos en los que debemos trabajar según los hábitos que tenemos, y no contra ellos.
Por ejemplo, si tienes muchos pequeños papeles en la encimera de la cocina y siempre estás buscando cosas en ese montón, una opción es poner una pequeña cesta en un lado y meter ahí todos los papeles. No solucionas el tener que localizar lo que necesitas debajo del montón, pero al menos la sensación de orden habrá aumentado, y este primer paso te ayudará posteriormente a mejorar el sistema de organización.
Observa tu casa, mira cómo suele estar de modo habitual y cuáles son tus hábitos. Si siempre dejas las llaves o determinados objetos en un sitio, piensa qué mueble o sistema puedes situar ahí para mejorar el aspecto de esa zona modificando levemente tu hábito. ¿Tal vez un perchero o una cesta? Intenta hacer el espacio funcional y adecuado a tu forma de vivir.
Me permito recoger el eslogan de esta campaña de marketing relacionada con la actual crisis económica, y del que podéis seguir un interesante debate en el blog de Puy, Historias de Marketing, para trasladarlo a un ámbito completamente diferente: el de nuestro hogar.
Y es que si somos optimistas para emprender, para "comernos el mundo", para salir de los problemas que nos acechan a diario, para levantarnos y decir que entre todos podemos, porque cada granito suma.... ¿es diferente en nuestro hogar, en nuestro día a día? Definitivamente no.
En muchas ocasiones te hemos hablado de lo importante que es involucrar a toda la familia. Porque si todos vivimos la misma situación y en el mismo lugar, nuestra casa, todos tenemos la fuerza y la capacidad de mantenerlo todo en su lugar y evitar llegar al desorden absoluto.
Son muchos los e-mails que nos llegan a Casa Perfecta pidiendo consejo sobre cómo hacer que nuestras parejas e hijos colaboren y tengan una parte de responsabilidad en el hogar.
- En primer lugar, acepta que todos somos diferentes y organizamos nuestra vida de un modo distinto.
- Haz las cosas sencillas. Si puedes tener un cesto de ropa en cada habitación para cada persona que vive en casa, será más fácil que cada uno lo utilice que si les pides que lo hagan en cinco pasos (seleccionar ropa por color, por tipo, etc.)
- Permite que tengan su propio espacio. Puedes mantener unas reglas más estrictas en las habitaciones comunes pero permitir que tengan un espacio propio. En ese espacio, tú puedes tener tus objetos muy organizados pero que ellos utilicen su propio sistema (o no sistema) de organización.
- Comunícate con ellos. Hazles saber lo que no te gusta y cómo te hace sentir. La comunicación es vital para compartir nuestra vida con otras personas.
Porque esta situación, sólo la arreglamos entre todos :-)
El 14 de febrero es, en casi todo el mundo, San Valentín, la fecha dedicada al amor. Pero en China también es un día especial, ya que marca el inicio de su nuevo año.
Además de festejarlo tanto en casa como en las calles, es el momento para hacer una limpieza general en su hogar y dar la bienvenida a otros 365 días de abundancia.
Según su tradición, deben hacer lo que denominaríamos una limpieza de primavera -aunque el tiempo no acompañe-, ya que este día también marca el inicio de la primavera en su calendario lunar chino. Además, uno de sus proverbios dice que "si lo viejo no se va, lo nuevo no vendrá". Por ello, inician el año con una casa limpia y organizada y ropa nueva.
Durante los días previos a fin de año, las familias dedican su tiempo a limpiar cada rincón de la casa. Si no tienen suficiente tiempo, al menos dejan impecable la cocina. Esta es la habitación de sus hogares donde se reúnen, donde se cocina, y donde dicen que empieza la felicidad, la salud y la prosperidad en sus vidas.
Sacan de sus vidas los trastos viejos, inútiles, inservibles o que no utilizan para dejar paso a las nuevas adquisiciones y regalos que traerá el nuevo año. Si piensas en hacer lo mismo, recuerda que nuestra sugerencia es que regales lo que para ti ya no tiene uso y está en buen estado, antes de pensar en tirarlo.
En muchas ocasiones nos habéis escrito correos electrónicos para pedir ayuda. Tener niños y mantener el orden en casa no es fácil, y muchos de nuestros lectores solicitan consejos para hacerlo mejor cada día.
Hace un par de días, una amiga comentó que notaba mucho la diferencia cuando tiene invitados en casa que se quedan a dormir durante varios días, porque aunque todos colaboran en las tareas domésticas, es indudable que también se genera mucho más trabajo (más lavadoras, más plancha, más desorden...).
Esto mismo ocurre cuando hay niños en casa. Desde Casa Perfecta siempre recomendamos priorizar y no obsesionarse. El orden es necesario para que se encuentre todo lo que se busca pero si la limpieza del polvo tiene que retrasarse un día para poder disfrutar de los niños, ¿por qué no?
En relación con esto, me ha sorprendido conocer a dos de las más numerosas familias de nuestro planeta. Los Duggar, en Estados Unidos, tienen 19 hijos y una nieta. Rosa Pich y José M. Postigo, en España, tienen 16.
Sus secretos no son otros que la organización. Cada niño se encarga de un hermano pequeño, todos tienen asignada una serie de tareas en un calendario y saben que si no lo cumplen, el resto de la familia sufrirá las consecuencias. En definitiva, desde pequeños les enseñan a ser ordenados, cuidadosos y responsables. Porque de ello dependerá que todo esté en armonía.
En la sociedad actual, la mayor parte de los niños se están criando y educando en una vida del "todo vale" en el que mamá o papá es que lo hace todo, y el niño o niña no puede hacerlo "porque es muy pequeño". Si tomásemos el modelo de estas dos familias, eso no tendría sentido. Si un hijo no aprende a vestirse a corta edad, y a encargarse de algo en casa, ¿imaginas la locura de sus vidas?
Tengas hijos o no, las mismas reglas pueden aplicarse en tu casa. Intenta ser organizad@, hacer las cosas poco a poco pero de modo rutinario y sobre todo, disfruta de tu hogar.
En la mayoría de los hogares, la limpieza no suele ser un problema. Quien puede limpia a diario, y quien no, lo hace un poco más a fondo en el día libre que haya disponible durante la semana.
Pero por lo general, la tendencia es a ser desordenados. Llegamos a casa y dejamos los abrigos, los zapatos y las bolsas en cualquier lugar, "a mano" por si los volvemos a necesitar. Lo mismo sucede con otros tantos objetos que utilizamos hasta la hora de dormir. Y esta situación se sucede cada día.
El primer paso para lograr un lugar agradable en el que vivir, es ser ordenados en nuestro día a día. Colocar cada objeto en su lugar una vez utilizado es la clave para que la limpieza sea más rápida y la sensación de casa arreglada sea mayor.
Y si ves objetos fuera de su lugar, aprovecha tus traslados a otras habitaciones para llevarlos y colocarlos donde correspondan.