Dedicar los viernes a planificar lo que comeremos durante el resto de la semana, y realizar la compra durante el fin de semana nos permite:
- Ahorrar tiempo: no tienes que pensar en qué vas a comer o cenar, y puedes cocinar determinadas comidas o parte del menú con antelación.
- Ahorrar dinero: sólo compras lo que necesitas y aprovechas mejor los restos. De este modo, tiras menos comida que haya caducado o se haya estropeado.
Prefieras una opción u otra, es buena idea comenzar unos días antes con esta rutina, ya que es sencilla de seguir y permite ir regulando los horarios de las comidas y los tiempos disponibles para hacer comidas para toda la familia.
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