Para mantenerlo organizado, ten en cuenta estos detalles:
- Todas las noches, antes de acostarte, dedica entre 5 y 10 minutos a ordenar el salón, poniendo cada cosa en su lugar (incluso los objetos que no pertenecen a esta estancia).
- Cuando entres en casa, no dejes mochilas, bolsos, abrigos, zapatos ni ningún otro objeto personal en el salón. Llévalos al lugar que les corresponde y asegúrate de que el resto de personas que viven en casa hagan lo mismo.
- Divide visualmente las diferentes zonas: trabajo, lectura, ocio, etc.
- Nunca realices trabajos manuales grandes o que lleven demasiado tiempo: acabarás dejando en el salón la mitad de las piezas de las que se compone el trabajo y echarás a perder la organización que habías logrado.
- Si hay niños en casa y suelen jugar en el salón, asegúrate de que recogen sus juguetes cuando han terminado de utilizarlos. Si es necesario, pon una caja o juguetero en un rincón del salón para facilitar la tarea de guardarlos.
- Libros y revistas: si después de leer las revistas ya no las quieres, regálalas o recíclalas. Si quieres conservarlas, busca un revistero bonito y ponlas en él cuidadosamente. Revisa todos los meses qué revistas puedes tirar y cuáles se quedan. En el caso de los libros, no los amontones. Coloca una librería o estante para los libros que estés leyendo. Una vez los acabes, devuélvelos a la biblioteca de la casa.
- Mandos a distancia: cada vez tenemos más en casa. No los dejes descolocados. Prueba alguna de las soluciones que te hemos recomendado previamente.
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