Hoy quiero destacar un párrafo del libro "Cómo tener un Armario 10", del que ya te hemos hablado, y es el relativo a la calidad-precio de la ropa que compramos.
Carie Mercier escribe:
"Muchas veces dudamos a la hora de comprar ropa por su elevado precio pero para valorarla es necesario que pensemos en el coste por uso y no sólo en el precio de compra.
Si la prenda es cara pero es de calidad y la vamos a utilizar mucho tiempo porque es un básico, es posible que valga la pena comprarla.
Os enseño cómo funciona la fórmula del coste-por-uso.
Pantalones negros Vestir (120 Euros)
Paso 1: Divide el coste de la prenda por el número de veces que utilizas la prenda durante la semana
Se lleva 2 veces/semana = 60 euros
Paso 2: Divide el nuevo coste de la prenda por el número de semanas que se utiliza la prenda durante el año
36 semanas= 1,66 Eur
Paso 3: Divide el nuevo coste de la prenda por el número de años que piensas utilizar la prenda
3 años= 0,55 Eur
Es decir, cada vez que usamos el pantalón nos cuesta sólo 0,55 Euros. Si lo comparamos con una prenda barata, por ejemplo un pantalón de campana lila con estampado animal que sólo cuesta 20 euros pero que solo utilizamos una vez y se queda en un cajón, su coste por uso es de 20 Euros!!"
Quería hacer esta reflexión porque en primavera iniciamos una nueva incursión a las tiendas en busca de prendas para renovar el armario. Y la mayoría de las ocasiones, aún más en tiempos de crisis, miramos mucho el dinero y no valoramos más que el precio.
Un armario debe tener un poco de todo, prendas de calidad, y prendas con menos calidad. La combinación de ambas nos aportará el estilo que más nos gusta.
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4 comentarios:
Mmmm más vale que no aplique esa fórmula demasiado si no me quiero quedar sin blanca. Muy buen post. Iré a por el libro, me parece súper interesante! Yo me compré unos Manolos hace poco... y la fórmula no me sirve pq me duele ponermelos!!!! los tengo como una joya en mi armario... jjaja
Barcelonette.
www.barcelonette.blogspot.com
bueno, acabo de descubrir tu blog y literalmente HE FLIPADO. No sólo por lo bien explicado que está todo, sino porque me da la impresión de haberlo sacado de mi cabeza. Yo también soy así de organizada para todo y muchas veces me siento incomprendida. Cuando quiero ayudar a alguien a limpiar mejor, o a economizar mejor, o a sacar tiempo para sí mismos me encuentro con que me miran raro como si quisiera controlar sus vidas y no es así.....
Por esta razón te hago entrega de un premio que he recibido esta misma mañana. Lo he colgado en mi blog www.abrazos-y-regalos.blogspot.com pero igualmente te invito a que visites los otros y me conozcas un poquito. Un saludo y que pases un buen viernes. Ahora me marcho a limpiar mi parte de la casa jeje.
Hola Vir,
muchas gracias por el premio. Ahora mismo visitaré tu blog y el del resto de premiados :)
El mundo está lleno de gente ordenada y de gente desordenada. Y el mayor problema es ese: cuando quieres ayudar te ven como a un bicho raro. Yo sólo espero aportar un poco más a la vida de mis lectores, y sobre todo, aportar orden y tiempo, que es lo que nos falta.
Un beso.
Antonia M. Moreno
VESTIRSE EN BUENOS AIRES ES MÁS CARO QUE EN EUROPA
Se quejan porque no venden pero ¿Las marcas argentinas quieren vender?
Aunque las marcas vernáculas anuncien con bombos y platillos descuentos de hasta un 70%, las liquidaciones en nuestro país no se parecen en nada a las que se ofrecen en ciudades como París, Roma o Berlín.
Después de ver las liquidaciones de fin de temporada de verano en Europa, uno se pregunta si las marcas de Argentina realmente quieren desprenderse de sus remanentes de stock, si nos quieren como clientes o si les interesa vender. No se entiende por qué si el consumo baja, los precios no se reducen lo suficiente para alentarlo.
Aunque suene odioso, vestirse en Buenos Aires resulta más costoso que en París, Berlín, Roma o Lisboa.
Durante julio pasado, mes fuerte de liquidaciones europeas, marcas muy conocidas como Zara, H&M o Bershka liquidaban todos sus productos a €3, €5 o €9 y los locales estaban atestados. Es más, un tapado de la nueva colección otoño cotizaba €50 en Zara y €90 en Mango, bastante menos que los que cuelgan en “Sale” en las vidrieras vernáculas.
En Argentina, pareciera que los carteles de “Rebajas”, “Liquidación total” u “Off”, son más grandes que los descuentos que indican. En los outlets internacionales los productos se venden a una fracción de su precio y tienen miles de adeptos. Acá, si bien están teniendo un desarrollo increíble y los consumidores ya no tienen vergüenza de comprar en ellos, todavía las marcas no terminan de jugarse demasiado con las liquidaciones y difusión de los mismos. Por ejemplo, en el outlet de Uma un tapado supera los $500, un gamulán corto cuesta unos $350 y un montgomery a la cadera, se consigue por $480 igual que un tapado de colección anterior del outlet de Portsaid.
Siguiendo con las comparaciones, en los locales de la marca española Cortefiel, una campera de cuero en liquidación cuesta €70 ($378), en el outlet de Prototype se consigue por $590. Un cardigan -de los más caros- de la nueva colección de Mango cuesta € 22 ($118), o un blazer de pana €45 ($243).
¿Cuánto deberíamos desembolsar por un vestido con falda de seda o un trench rasado, de confección local? En Roma, un vestido de esas características, de la marca Oviesse se liquida en €10 ($54) y un trench de la marca alemana Orsay, a €12 ($64). Si alguien sabe donde conseguir productos similares por esos valores aquí en Buenos Aires, por favor que nos cuente y allí estaremos en la cola del local de la marca que quiera tenernos como clientes frecuentes.
Otro ejemplo son los jeans. Uno de nueva colección de la marca para adolescentes Bershka o H&M cuesta alrededor de €20 ($108); en Como quieres que te quiera, $190 (casi el doble).
Con tremendas liquidaciones (las rebajas se hacen, por lo menos, tres veces durante cada temporada) las marcas europeas consiguen hacerle frente a la crisis y lo que es mejor, mantener la atención de los clientes continuamente. En eso sí estamos por debajo que en Europa, donde la escala de productos es mayor y siempre es posible encontrar modelos, colores, estilos y talles diferentes, aún en época de rebajas. Todo lo contrario de lo que está ocurriendo en Buenos Aires, donde es un clásico porteño que no encontremos “rebajado” justo ese producto por el que ahorramos y esperamos para comprar, a mejor precio, en las liquidaciones de fin de temporada.
Buenos Aires es tan pero tan cara que hasta los turistas o argentinos residentes en el exterior, cuando vuelven, se sorprenden con los precios disparatados y, por supuesto, ya no compran como lo hacían algunos años atrás.
Los que no tienen la suerte de viajar, probablemente se preguntarán, ¿y a nosotros quién podrá ayudarnos? Los outlets, pueden ser la respuesta. Y, desde ya, seguir comprando con inteligencia.
Marcela Echayre
www.deoutlets.com.ar
info@deoutlets.com.ar
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