Si tienes ropa que puede serte útil en algún otro momento (por ejemplo, la ropa actual de una mujer embarazada, que deberá volver a usarla una vez que dé a luz), guárdala en un lugar menos accesible. Si tienes suficiente espacio también puedes guardar la ropa en cajas o bolsas transparentes con una etiqueta que identifique el contenido.
Los cambios de estación obligan a reorganizar las prendas. En espacios muy pequeños, puedes optimizar lel espacio guardando la ropa de la temporada pasada en maletas de viaje -que de por sí ya ocupan bastante espacio- o en cajas de plástico bajo la cama. Puedes utilizar también las denominadas bolsas ahorradoras de espacio. Consisten en bolsas de plástico a las que se extrae el aire interior con el aspirador, reduciendo su volumen considerablemente y manteniendo la prenda protegida en su interior.
Para evitar daños, en algunos casos irreparables, de determinadas prendas más delicadas como vestidos, prendas de seda, etc., resulta muy útil utilizar accesorios pensados para protegerlas. Un ejemplo son las bolsas con cremallera diseñadas para estos casos, donde pueden guardarse desde chaquetones, mantas, edredones, ropa de cama, etc.
Ahora que ya tienes una visión general de la ropa que tienes y unas nociones generales, hay que decidir qué espacio tenemos en el armario y a qué lo vamos a dedicar.
Los armarios deben ordenarse por alturas, una para cada tipo de prenda. Esto facilita la búsqueda y ayudará a tener un armario de aspecto ordenado.
Para optimizar al máximo el uso de cajoneras y elegir las más adecuadas, resulta práctico conocer las medidas de lo que se guardará en ellas. Para calcular el espacio, se pueden tomar de referencia algunos volúmenes estándar:
- Jersey doblado: 30x50x7 centímetros
- Camiseta: 60x80x12 centímetros
- Toalla de baño doblada: 40x50x8 centímetros
- Los trajes y americanas suelen tener una largura de entre 95 a 100 centímetros
- Las camisas de 90 a 95 cm de largo
- Los pantalones colgados en la percha de 70 a 75centímetros de largo
- En el caso de las mujeres la longitud de los vestidos es más variable, de 115 a 130 centímetros, las blusas de 75 a 82 y las faldas de 95 a 100 centímetros.
Los zapatos se pueden guardar en cajas de cartón etiquetadas o con una fotografía que identifique lo que contiene facilitando así su búsqueda. Si las cajas ocupan mucho espacio, se puede utilizar un zapatero. En este caso, es importante que tomes medidas del espacio y de los zapatos, ya que algunos no sirven para guardar los zapatos de tacones altos.
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