No importa si tienes armario o vestidor. Cada vez que vas a vestirte no encuentras qué ponerte. O bien te pones siempre lo mismo. El desorden suele reinar en estos rincones y parece que nunca sommos capaces de tenerlo perfecto.
En varias entregas os daremos algunos consejos y pistas para conseguir, si no un armario perfecto, al menos sí uno más ordenado y atractivo.
En primer lugar, saca todo lo que haya en el armario/vestidor. Limpia a fondo y seca los muebles, cajones, rincones y esquinas. Coloca jabones olorosos, bolsas atrapahumedad y antipolillas.
Por lo general, esto deberías hacerlo una vez al año o en cada cambio de estación. Procura pensar en la distribución del armario, utilizar los altillos, bajos de camas y otros lugares para guardar la ropa de otras temporadas o de poco uso en casa. Si tienes la suerte de tener trastero, te recomendamos que este tipo de prendas, bien empaquetadas, las almacenes allí.
Vamos ahora a ver todo lo que hemos sacado. Sepáralo todo en 3 grupos. Las prendas que están en buen estado y te pones. Las que está en buen estado pero apenas o nunca te las pones. Si no te lo has puesto en los últimos 12 meses, inclúyelo en este grupo. Y, por último, las que están en mal estado y hay que tirar. Procura que tus familiares que viven en casa (pareja, hijos, etc.) estén allí para colaborar. No te deshagas de prendas, juguetes u otros enseres suyos sin su consentimiento.
Tenemos mucho apego a nuestra ropa y complementos. Pero sabemos que usamos el 20% de nuestra ropa el 80% de las veces. Conservamos prendas que guardamos por cariño, o por el "para cuando adelgace", pero no nos damos cuenta de que, llegado el momento de que nos sirvan, seguramente hayan pasado de moda, o hayan cambiado nuestros gustos.
Por este motivo, el grupo de la ropa que no te pones seguramente sea el más numeroso. Mira con atención esta ropa y divídela en otros dos grupos: la ropa que vas a regalar a quien la necesite (vecinos, amigos, familiares, donación a ONG o iglesia, etc.) y la que no tiene uso, que deberás tirarla.
No guardes cosas para reparar porque no lo harás, quedarán relegadas a un rincón y ocupará sitio innecesariamente.
Ahora vamos a colocar de nuevo en el armario todo lo que hemos dejado como ropa y complementos necesarios, en uso y buen estado. Clasifica la ropa por temporadas: invierno, verano y entretiempo. La tercera estará siempre en el armario, a la vista, o en cajas etiquetadas de fácil acceso. Cambia la de invierno y verano según la estación. Guarda la que no deba utilizarse en esta estación, etiquetándola correctamente. Hablaremos sobre el modo de organizar la ropa de temporada y de otras estaciones en futuras entradas de este blog.
La ropa que ahora tienes a la vista debe ser la de temporada. Divídela por tipo: camisetas, camisas, pantalones, faldas, zapatos, cinturones, pañuelos… y coloca cada uno en su lugar del armario.
Muy bueno estoy deseando la segunda parte
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