El baño parece que empieza a estar presentable, verdad? Ya sólo queda limpiar el suelo.
Normalmente esta estancia de la casa no es grande, por lo que en nuestros cinco minutos debería darte tiempo a barrer y fregar. Presta especial atención a los rincones y las juntas entre inodoro y bidet (si tienes) y paredes. En estas zonas puedes pasar un cepillo especial para dejarlo reluciente.
Una vez que hayas acabado observa tu nuevo baño. Ahora, para mantenerlo siempre así sólo tienes que cambiar tus hábitos y realizar una sencilla actividad cada día. Todas las noches, antes de acostarte, pasa una bayeta con producto limpiahogar por el inodoro y el lavabo, de este modo estará limpio siempre.
Si tienes dos baños o aseos puedes alternar su limpieza de cada noche.
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